También conocido como glúteo mayor, o mundanamente una nalga: Es el músculo más grande del cuerpo humano, es grande y poderoso porque tiene la función de mantener el tronco del cuerpo en una postura erguida, erguida, porque el humano camina erguido desde hace aproximadamente 7 millones de años, mientras que el fuego, se cree; se domina desde hace apenas casi millón y medio de años, así como se cree que el fuego fue utilizado principalmente para cocinar carne y digerirla más rápido.
El crecimiento y desarrollo del cerebro de los primeros antropoides, el uso de herramientas y por ende caminar erguido para usar las manos, así como el dominio del fuego mismo, se pudieron haber derivado del consumo de la carne, según las teorías más aceptadas por la comunidad científica, yéndonos más atrás todavía, se cree incluso que la vida misma evolucionó a multicelular cuando los organismos unicelulares comenzaron a comerse entre sí, bueno, si nos ponemos más técnicos; comenzaron a trabajar en conjunto, unos dentro de otros, en pocas palabras: es nuestro derecho evolutivo comernos a todo lo que paste, corra, camine, vuele o nade sobre la faz de la tierra.
¿Pero que les hablo de evolución si aun hay gente que todavía cree que Jehová creo a Adán y Eva con todo y ombligo y llenaron la tierra en endogamia imposible improbable y por ende irreal: esa misma gente que cree que los dinosaurios se murieron por no caber en el arca de Noe?
En fin, los animales comen animales, los humanos son humanos por haber comido animales, la tierra se come a los animales, las plantas mismas comen animales.
Sin contar que sería imposible dejar de comer animales, por aquello de los ácaros, la simple idea de pretender dejar de comer animales, bajo esta evidencia científica, es falaz, fútil, absurda, insulsa, inverosímil y por ende estúpida, ergo: todo aquel que renuncie a su derecho evolutivo de comer carne, me debería dar el derecho de comerlo.
Christopher Carreón 