La supremacía humana

A todos aquellos que se estaban quejando del incendio anual de la primavera en su edición  2019:
¿Acaso viven en una cueva, o en la selva? ¿Fue su casa construida gracias a la deriva continental o naturalmente erosionada? Porque en caso de no serlo, me parece harto hipócrita que se quejen de la deforestación para construir viviendas viviendo en una vivienda.
Y claro que van a alegar que es diferente, que la casa que habitan ya estaba ahí antes de que nacieran y no es su problema; pero mientras, se siguen reproduciendo, y siguen viviendo en casa, y se requiere de construir más casas, y se siguen reproduciendo… Como cualquier animal, como las cucarachas que cuando el vecino fumiga se van a la casa de al lado.
Me pregunto si alguno de esos adopta-animales recibe con los brazos abiertos dichas cucarachas. Aunque claro, la diferencia arbitraria entre adoptar perros y fumigar contra las cucarachas, es igual de arbitraria que comer puerco y no comer perro.

La última vez que revisé la estadística: la población de las ratas superaba la de los humanos, y no es que nos estemos infestando de ratas, pues históricamente, dicen; las ratas han viajado con el humano, como de Europa a este nuevo continente, como las plagas de langostas que migran de sembradíos a sembradíos, saqueando y terminando con sus recursos, como los europeos con nosotros, dicen los libros de historia.

Hay más pollos que humanos en el mundo.

Leí que los cocodrilos, los leones y las hienas compiten por sus territorios de depredación, constantemente hay enfrentamientos cuando se encuentran, y cada vez sus territorios son menores, debido a la deforestación para construir viviendas.

A todo aquel que piense que todas las vidas valen lo mismo por el hecho de estar vivas; le reto a matar a sus familiares como matan a los mosquitos. Y si van a justificar la necesidad de matar insectos que esparcen enfermedades; les recordaré que inicié hablando de los humanos que se esparcen y eliminan los bosques, como parásitos que son, como las langostas, como las ratas y las cucarachas invadiendo nuevos hábitats para ocuparlos para sí. Como las hormigas que invaden colonias de termitas acabando con todas y cada una, para después ocupar el termitero como propio, como la nueva España o nueva Zelanda.

¡Estoy harto de que me quieran chantajear, inculcar, e implantar culpa por el deshielo y la disminución de la población de los osos polares! ¡No es mi culpa que los pandas no quieran reproducirse!
Me parece de lo más normal, natural, común, lógico y causante; que el humano acabe con un bosque o que haya extinguido al rinoceronte blanco.
Los animales compiten entre sí, como las hienas, los leones y los cocodrilos, y eventualmente una especie prevalece y la otra se extingue.

La vaca nos da leche, nos comemos sus carnes, hacemos pegamento con sus patas, peletería con sus pieles,  se hacen salchichas y embutidos con sus entrañas, nada se desperdicia. Y cuando sólo quedan los huesos; los molemos y hacemos grenetina.
Los animales utilizamos y nos servimos de otros animales.
Los animales nos comemos a los animales, y el parasito humano llegó a ser la especie dominante acabando con algunas cuantas a su paso; como el homo sapiens con el neandertal, como las hormigas con las termitas, de la misma manera los humanos ocupamos no sólo el termitero, sino el planeta entero. ¿Y qué? ¡¿Y qué?!

Ya que si quieren teorizar soluciones bipartitas, donde se hagan casas con huerto en el techo, o no se destruyan bosques y las casas se conviertan en edificios para albergar a los humanos que se siguen reproduciendo, y así expandirse sin deforestación; les deseo las mejores de las suertes, realmente espero que puedan hacer que todos y cada uno de los humanos logren sincronizarse y trabajar en equipo para poder lograrlo, y ya de paso, que andamos de presuntuosos controladores, también espero que puedan controlar la reproducción y depredación  de los animales vecinos, la proliferación de la vegetación, el clima y la deriva continental. Buena suerte con eso.
Ya que, si en lugar de pretender controlar a todo el mundo para encontrar el perfecto equilibro, desean satisfacerse a sí mismos; los invito a complacer nuestros deseos usando animales para ello; pudiéramos, por ejemplo: ir a ver una corrida de toros, una pelea de gallos, o mejor: ¡ una pelea de perros!
O comérnoslos en los tacos de don tifoideas, que al fin y al cabo viene siendo lo mismo.
Buen provecho.

EVOLUCIÓN VS HONOR MAYO-30-14

Según Darwin, en el origen de las especies; sobrevive el más apto, y hemos tomado ese argumento como válido, sin embargo la evolución humana nos llevó  a la cultura, al arte, a la moral, a la civilización y todo lo comprendido como humanidad que nos distingue de los animales. Es aquí donde nos cuestionamos la supervivencia, si bien de manera general tenemos prácticamente la vida ganada y nuestra lucha pasó de continuar viviendo a la idea de vivir mejor. Y en las situaciones más adversas demostramos nuestros instintos animales dejando de lado las cuestiones éticas, morales y religiosas.
La extinción de los dinosaurios se debió al meteorito, o al menos es la teoría mayormente aceptada y después de eso comenzó la era de los mamíferos, es curioso ya que los pocos mamíferos, que se cree, existían en la era mesozoica eran simples roedores de los cuales se cree sobrevivieron al esconderse en sus madrigueras hasta que fue oportuno salir a la superficie y sin gigantescos reptiles predadores comenzó su largo y lento camino por la evolución hasta nuestros días.
Se puede tomar como antónimo de evolución la palabra involución, o bien
de-evolución aunque como tal ambos son incorrectos, evolución significa cambio y regresar por el mismo camino sigue siendo un cambio, incluso si nuestra especie se viera en la necesidad de retroceder a las cavernas seguiría siendo evolución, seguiría siendo un cambio para continuar viviendo como especie y de ser así en las predicciones bélicas más pesimistas de nuestra humanidad es muy probable que nos viéramos en esa necesidad.
Sea cual sea nuestro siguiente paso y lo justifiquemos como podamos, al final el impulso de supervivencia arraigado en nuestra memoria genética por siglos y siglos de animalidad nos impulsa a preservarnos y, llegado el caso, todos hemos tenido que correr cobardemente con la cola entre las patas para refugiarnos en sucias madrigueras, ¿con la finalidad de sobrevivir? ¿Y dónde queda ahí el honor?

C.C.

Parte de las #CrónicasDeOcio
Primer compilado de poemas, canciones, cuentos, relatos, mini ensayos y demás escritos escatológicos.
Disponible también en su versión kindle.

Originalmente copiado

Actualmente vivimos en una sociedad, cosmopolita, interconectada y post moderna, donde se tiene virtualmente acceso a toda la información de cualquier época y en cualquier lado.
Prácticamente todo ya se ha hecho. Ya no hay nada nuevo ni nada original.

La nostalgia es agradable y rentable.

La música y la monogamia nos han enseñado los placeres de la repetición.

Si se buscase una nueva originalidad, terminaríamos en un post post modernismo donde comeríamos caca o golpearíamos por amor. Que por cierto ya se ha hecho también.